domingo, 4 de abril de 2010

Malvinas

En 1939 José Ortega y Gasset nos clamaba “argentinos a las cosas”.
Sirva la sentencia de aquel influyente hispanoparlante para realizar una reflexión acerca de una cuestión muy actual: me refiero al vedetino caso “Malvinas”.
Para ser franco y claro, quien escribe debe expresarse de manera expresa y categórica: Queridos compatriotas, dejar de vilipendiar el escaso tiempo que poseen, porque esas islas, desgraciadamente, en los tiempos presentes no son nuestras. Las perdimos el día en que un maníaco y estúpido salió frenético y vehemente al balcón rozado invitando a la “Gran” Bretaña a una conflagración bélica. Ese día, y los subsiguientes de pánico y terror que sufrieron los inocentes y heroicos Muchachos de Malvinas fueron, al menos y por un largo tiempo, el despertar angustioso de nuestro sueño utópico.
Hoy, una bandera política distinta, bajo un escenario económico similar, acusa nuevamente a los británicos abdicar lo que ganaron. !!!!!Acusa a los británicos abdicar lo con guerra ganaron!!!!
Volviendo a Ortega y Gasset: me pregunto yo, ¿por qué rabiarse con el extremo Malvinas y mirar a un costado cuando algún argentino diligente nos enseña los registros inmobiliarios que indican el estatus dominical de extranjeros sobre latifundios patagónicos? Me parece laudable, digo, digno de admiración el celo con el que algunos argentinos se desvelan por lo nuestro, pero, ¿en qué carajo de qué barco están vigilando cuando centenas de naves pesqueras japoneses saquean nuestra fauna marina en los casi tres mil metros de costa oceánica que tenemos y que nadie nos la cuestiona? ¿Donde están los "jóvenes Kirchneristas", heraldos y patriotas, cuando compañías nórdicas se llevan nuestros minerales dejando propinas a la Universidad tucumana y agujeros negros al pueblo catamarqueño? Esto es inexplicable. INEXPLICABLE. Inexplicable es también que hayamos generado una verdadera revuelta internacional con el caso de las papeleras en la frontera con el Uruguay, cuando a menos de cien quilómetros de los manifestantes más de una papelera derramaba fluidos tóxicos sin inconvenientes en exclusivos, y no limítrofes, reservorios acuíferos argentinos.
Queridos conciudadanos, no se me tome como débil o vendido… Soy tan argentino como ustedes, y tan valiente como el más guerrillero de los manifestantes. Y es precisamente por eso que les escribo lo que leen. Porque cuando un capitán pregunto a Sócrates sobre la valentía el filósofo griego no respondió “ir siempre al frente”; dijo que a veces hacer marcha atrás para reagrupar la tropa es ser más valiente. Entiendo: actuar con inteligencia. Y es que la causa Malvinas !!!!HOY está perdida!!!! PERDIDISIMA.
Argentinos: Poner los pies en la tierra. Leer los periódicos “malvinenses” (por supuesto, si es que saben inglés, porque no están escritas en español). En el lugar que nosotros, con alma y corazón llamamos Malvinas, discuten sobre la conveniencia o inconveniencia de las excavaciones; sobre como afrontar el cambio económico que se les avecina; reflexionan a cerca de la cuestión laboral que implicara el menudo emprendimiento que está allí por llevarse a cabo. Nadie piensa en asociarse a la República Federal. Nadie está tramitando un pasaporte argentino. Todo lo contrario, reniegan de nosotros!!! ¿Ser argentino? ¿Un país que hace más de 30 años tiene un pésimo renombre internacional –y ganado con justa causa-? Muchachos: Argentina gana NADA, nada con la estratégica abordada con Malvinas y nada con los malvinenses.
Actuemos una vez, al menos una vez, inteligentemente.
Sirva el ejemplo de Chile. Yo, y seguramente más de uno de Ustedes habrá renegado más de alguna vez de nuestros “primos” chilenos. Pero cuando uno deja a un lado el frenesí de la ira, y medita con una dosis de objetividad, toma en consideración que la actitud que tuvieron para con nosotros en ocasión de la guerra del 82 fue para ellos la más inteligente. Cuando hace poquísimo tiempo argentina había estado reivindicando territorio suroeste, ¿qué iba a hacer Pinochet sino apoyar a los británicos? En otras palabras: Pinochet sabía muy bien que si por esas casualidades remotas Argentina ganaba a Gran Bretaña, seguramente iba tras Chile. SEGURISIMAMENTE. Entonces, ¿qué tenía que hacer Pinochet sino lo que para su Nación buenamente hizo?
Por otro lado. Aquel argumento casi universal y cierto de que los Ingleses son hipócritas e imperialistas, desgraciadamente, no sirve para nosotros los argentinos. ¿Acaso nunca tomamos lo que no nos pertenece? ¿Acaso nunca hemos defraudado a otros? Dos extremos históricos: para lo primero sirva el caso Argentino Roca y para lo segundo el ejemplo Menem ante nuestros “hermanos" peruanos.
En una conferencia en La Plata José Ortega y Gasset dijo: "¡Argentinos, a las cosas, a las cosas! Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que daría este país el día que sus hombres se resuelvan de una vez, bravamente, a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales, que son egregias, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental secuestradas por los complejos de lo personal"
Hermanos argentinos, NO DIGO QUE CERREMOS EL CAPITULO MALVINAS, DIGO QUE REFLEXIONEMOS SOBRE EL. Mientras asistía a clases de Derecho Internacional Público, quien escribe vio lágrimas en el rostro cansado de una mujer que había estudiado el caso Malvinas hasta en sus más finas aristas. Me refiero a las lágrimas brotadas por el sentimiento de frustración e impotencia de la Excelentísima Profesora y Doctrinaria Marta Tejerizo. Siendo sincero, no se la opinión de la respetada profesora sobre la cuestión actual del asunto, pero si se que la catedrática de la Universidad Nacional de Tucumán actuó inteligentemente: su proyecto era exclusivamente diplomático.
Argentinos, hagamos marcha atrás y reagrupemos tropas. Así observaremos con más detalle el campo de batalla y tendremos además, tiempo para ocupar posición en lugares que todavía, nadie nos quitó. Porque hermanos queridos, es POCO lo que nos robaron a comparación de lo TANTO que tenemos para cuidar…
Sin más, me disculpo por la distracción y no por lo que digo. Ahora sí, queridos amigos, ya podemos volver a nuestros cómodos sillones o entrañables tablones de bar, para brindar atención a nuestra mayor ocupación: el apreciado y maravilloso futbol argentino, público, como decía una referente nacional, y para todos.

4 comentarios:

  1. Me parece, muy interesante, tu punto de vista, es más me ayuda a reflexionar aún más sobre mis comportamientos caprichosos y llenos de ira que al igual que su profesora y miles de argentinos, sentimos impotencia. La frustración, creo q no es en vano, y es aquel sentimiento colectivo el que nos une en un sentimiento patrio y nos representa como Nación. A sabiendas de que esta situación ha culminado y el territorio, los recursos y las empresas Nacionales están perdidas, es ese sentimiento colectivo que identifica nuestro modo de pensar y genera nuestras propias expectativas de lo que queremos, y anhelamos como Nación. Tu punto de vista está muy basado en la objetividad, lo que no me parece mal, pero nadie va a alejarse de ese sentimiento colectivo que ayuda a forjar la patria grande que todos soñamos.

    UQZ DAIMYO

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  2. Tu escrito me pareció muy interesante, sin embargo tanto como las palabras,me ha llegado la fuerza,el vigor que encierran(o mejor dicho liberan).Más allá de eso,lo primero que me vino a la mente fue acerca de las estrategias romanas en relación a la conquista.Debo admitir que remitirme a los griegos o romanos ante un problema o dilema se me ha hecho un hábito(del cual no pienso desistir).En fin,dicha estrategia hace referencia a la conquista desde un plano simbolico,a la imposición de una lengua extraña a la autóctona,en otras palabras,ejerciendo una violencia simbolica,la cual trae aparejado la desorientacion y desorganizacion del pueblo recientemente dominado,en el cual nuevas subjetividades serán construidas,fabricadas, como también lo serán los sistemas ideológicos y las percepciones.
    Me parece importane servirnos de los conceptos y nociones del psicoanalisis para dilucidar mi opinión. El inconciente se despliega en el lenguaje,más precisamente en el discurso,Lacan dirá que el inconciente esta estructurado como el lenguaje y no viceversa...¿A que me refiero? a un pueblo, a una masa dominada y reconstruida desde una significación latente(no conciente)que imposibilita la comprensión de esta modalidad de dominación al profano, al obrero, al ama de casa..
    Por esto dilucidada en parte esta modalidad de dominación coincido con tu opinión acerca de utilizar nuestras energías en resguardar lo que aún nos pertenece y no distraernos en cuestiones caducas, después de todo:"Tras su manto de neblinas no las hemos de olvidar"

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  3. Muchas gracias por la lectura. Nuevo amigo. Leí dos veces tu opinión porque me pareció que decías muchas coas. La verdad muy profunda tu observación a cerca de la mecánica invasiva griega y romana y sus externalidades. Digo externalidades cuando me refiero a la construcción de subjetividades de las que hablas. Sobre esto me planteo el dilema ¿habrán pensado en la influencia simbólica hace 25 siglos? Es muy probable que sí. Cada texto de la antigüedad o el medio evo con el que me topo, cada vez que me doy cuenta de cómo está todo dicho de hace rato ya... En esto los griegos o los romanos se habrían adelantado al mismo Wittgenstein. Volviendo a tu opinión. La cuestión sobre la influencia de ideas, tiene para mí como más extraordinario de todo, algo que me parece lo decís de alguna manera en tu texto. Las ideas se manifiestan como virus en el sentido de que una vez aprehendidas por la sociedad, son desarrolladas por la sociedad misma sin necesidad de que continúe la influencia externa. Aquí es en donde se forman los injertos. Se forman por la mezcla de símbolos (en un sentido material) y por el desarrollo de los símbolos aprehendidos con la lógica de la sociedad que los aprehende (desde un punto de vista formal). En la actualidad, amigo del saber, y creo que esto es lo importante de todo este intento de reflexión, los argentinos no tenemos bien constituida nuestra identidad. Tenemos una lengua española sobre la que, como vos decís, formamos nuestro inconsciente, gesticulamos como italianos, tenemos costumbres judías y árabes, influencia del enciclopedismo francés, algún elemento maravillosamente autóctono, y cuantas cosas más. Varios elementos que considero también constituyen al inconsciente. Digo, quizá el inconsciente está formado por el lenguaje en un sentido lato. Palabras, gestos, imágenes, etc.

    Pues bien, espero haber logrado una cuota mínima de claridad. Si no, pido perdón. Redundo en agradecimientos por tu interés en mis escritos. Y te expreso lo que tácitamente habrás apreciado: yo también estoy interesado en los tuyos.

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  4. http://www.youtube.com/watch?v=SlofxGd6l24&feature=relmfu

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