viernes, 5 de julio de 2013

Inteligencias y Personas, Malvivientes y jueces de Derecho

La que hace poderosa a una filosofía, recuerdo haber leído por ahí, es el grado en que explícita un inconsciente colectivo. El postmodernismo para mi hoy esta vigente, porque eso de que no hay substancia, que todo depende de las circunstancias, se explana en casi todas las sociedades o subculturas occidentales. Tomese por caso a los cientistas sociales, que antes de proceder con sus estados de la cuestión, tesis y argumentos, se encargan de aclarar cuales son sus presupuestos y modos de razonamiento, es decir, a quien de su disciplina escriben. Me parece mas interesante todavía el caso de la gente transversal. Mi hermano es un tipo tal, es alguien que hace gala de un espíritu llano y participa en varias sociedades: es padre de familia e hijo de familia, es empresario y patrón, universitariamente educado e hincha por san martín, entre otras cosas. El caso es sobre él en la tecnología: No deja de sorprenderme su capacidad para suceder modos de razonamientos con sus respectivos términos a cada llamada telefónica que en su teléfono suena por cinco minutos. De adoptar el modo de razonamiento empresarial, el del regateo y el ardid de buena fe, con sus "costos", "expectativas", "pagos" y "vencimientos", pasa a modular los "Don Juarez", "vengase mañana", "si vamo a llega" en la lógica del amigo que gobierna las relaciones entre patrones y jornaleros de estancia tucumana. Toda vez que no advierta un episodio nuevo en su grupo "los menuseros" de "what's up", que Fernando en su nickname cuelgue una foto significando chanza de acuerdo al particularísimo modo cómico que desarrollan los chicos del Gymnasium. Abundan los ejemplos, como abundan sus circunstancias. Mas no quiero cerrar este relato sin antes reafirmar una tesis aquí ya desarrollada: esto es, los jueces, como los funcionarios públicos, no tienen porque ser virtuosos ni queridos . Los jueces, como así también los agentes públicos, no tienen sino que hacer adecuando sus actos a lo que la persona de juez o agente publico ordena. Y para eso no hace falta ser mas que un sensible de este tipo: tener la capacidad de discernir la persona que se espera ver en el escenario e desenvolverla en adecuada inteligencia.. No hace falta, en otras palabras, que desenvolver postmodernismo. Afirmo, hoy más que nunca, que alguien que miente a sus amigos, que se alcoholiza en bares populares, que sabe poco al protocolo, que carece de abitos de limpieza, pero que sabe de Derecho y tiene la sensibilidad de adecuar hechos sociales a Justicia, es idóneo a ser un juez.